Hace unos meses os hablamos de cuánto estaba relacionada la alimentación con la salud mental (podéis ver el artículo ¿Influye la alimentación en la salud mental? en nuestro blog) y no cabe duda de que son elementos que van de la mano, como ya dijimos “Las proteínas, nutrientes, minerales o diferentes elementos que componen nuestra dieta afectan a cada parte de nuestro cuerpo alterando tanto nuestra química corporal como la cerebral”.
Hoy queremos ir un pasito más allá y dar una serie de consejos de alimentación que beneficiarán a tu organismo y a tu mente. No es una panacea o una salvación y siempre se debe acudir a profesionales para tratar problemas mentales o de adicción, pero cambiando un poquito nuestra dieta podemos conseguir que ese paso sea un poquito más fácil y que, una vez dado, sea más sencillo de mantener.
Controlar la alimentación pero sin obsesión: Cuando hablamos de cuidar la dieta estamos hablando de tener algunos datos y elementos en cuenta que nos ayudarán, pero no nos referimos a convertirlo en una obsesión ya que más que cumplir su función de ayudar lo que haríamos sería conseguir que se convierta en un nuevo problema a tratar. El día a día con nuestra alimentación debe hacer se forma natural y balanceada, haciendo que sea una acción que nos beneficie por tratarse de algo que nuestro cuerpo no nota como una sanción, sino como una forma de vida.
Regularidad y orden: Uno de los consejos quizá más importante a la hora de hablar de alimentación es siempre tener en cuenta la importancia del volumen, regularidad y orden de las comidas. El horario de las comidas y su regularización, por ejemplo, se convierte en algo infalible a la hora de establecer una vida ordenada que ayudará a todos los estamentos del paciente.
Aumentar el consumo de triptófano: El triptófano es un aminoácido que se encuentra en alimentos como los huevos, las carnes de pollo y pavo, el pescado azul o frutos secos. ¿Y por qué debería de importarnos? Se ha estudiado que los pacientes con depresión suelen mostrar falta de triptófano en su organismo, que además es algo que el propio cuerpo no genera por sí mismo, por lo que integrar estos alimentos en nuestra dieta nos puede ayudar a mantener los niveles de este elemento a raya en nuestro cuerpo.
Apuesta por los productos frescos: En los productos frescos es donde más aporte de vitaminas y minerales buenos para el cuerpo existen. Ya sabemos el poder de la fruta y la verdura a la hora de mantener tanto el cuerpo como la mente en forma y saludable gracias a sus vitaminas y antioxidantes. Hacer de nuestra dieta algo donde estos elementos se encuentran a diario nos ayudará a estabilizar nuestro organismo.
Evitar grasas saturadas, azúcares refinados y productos ultraprocesados: El uso de estos alimentos de forma continuada perjudica al organismo pero no solo físicamente sino también mentalmente causando bajos estados de ánimo o poca energía mental. La comida basura, la bollería, las bebidas azucaradas, las frituras o los elementos muy procesados además están evitando que consumas otros más saludables y que harán mejor a tu cuerpo y mente, ¡por lo que son doblemente perjudiciales: por sí mismo y por impedir que recurrir a otros con más beneficios!
Referencias
Cómo la alimentación influye sobre la salud mental. Cuerpomente.com.
Cómo afecta la dieta a la salud mental. National Geographic.
La alimentación influye (y mucho) en nuestra salud mental y estado de ánimo. Instituto Centta.