ADICCIÓN AL CANNABIS

El cannabis es una variedad de plantas de Cannabis sativa, está llena de una sustancia química llamada Tetrahidrocannabinol (THC). El THC se fija rápidamente al cerebro y produce efectos psicológicos, pudiendo causar alucinaciones y estar fuera de sí mismo, según el preparado utilizado nos lo podemos encontrar en diferentes proporciones. Con esta planta se elaboran las drogas más consumidas en España como, la marihuana y el hachís.

  • Marihuana: se obtiene con la trituración de la planta seca.
  • Hachís: es elaborado con la resina de las flores de la planta hembra.
  • Aceite de hachís: es la resina disuelta y concentrada.

Se suelen consumir fumados en cigarrillos liado con tabaco, también reciben nombres como: porros, canutos, peta, etc. En ocasiones también se ingiere directamente.

En el caso de consumirse fumado, los efectos se sienten de inmediato y duran entre dos y tres horas.

Cuando es ingerido la absorción es más lenta y sus efectos pueden aparecer más tarde, pudiendo durar hasta 6 horas.

El THC tarda más de una semana en eliminarse por completo del organismo. Lo que significa que, aunque una persona sólo consuma ocasionalmente, se irá acumulando en su cerebro, produciendo varios de sus efectos.

Al ser los jóvenes los principales consumidores del cannabis, el impacto psicológico tiene una especial relevancia. Provocando dificultades para estudiar, ya que disminuye la capacidad de atención, concentración y memoria, complicando así el aprendizaje. Además, también puede provocar la aparición de reacciones agudas de ansiedad y de trastornos mentales e incluso agravar los que ya se padecen.

Cada vez hay más datos que demuestran el efecto del consumo de cannabis asociado a la conducción de vehículos, especialmente si se combina con alcohol, lo que hace que aumente el riesgo de accidentes.

Entre los comportamientos que pueden llevarnos a sospechar que hay una adicción están:

  • Distanciamiento del grupo de amigos no consumidores.
  • Desinterés por otras actividades que no tengan relación con el consumo.
  • Uso compulsivo del cannabis.
  • Problemas de rendimiento escolar o laboral.
  • Agresividad, inquietud, nerviosismo, disminución del apetito y dificultades para dormir.

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