ADICCIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

En la actualidad hemos normalizado estar conectados a Internet por diferentes dispositivos tecnológicos varias horas al día, a través del móvil, las redes sociales, los juegos… ¿Cuándo podemos llegar a pensar que es un problema? ¿Cómo saber si hablamos de una adicción a Internet y las nuevas tecnologías? ¿Quién es más propenso? Su uso negativo ni perjudicial en sí, pero algunas personas pueden llegar a desarrollar, algún grado de adicción a las nuevas tecnologías.

La adicción a las nuevas tecnologías corresponde al grupo de las adicciones sin sustancias porque no se asocia a ninguna sustancia física, en este caso, hablamos del uso excesivo de los dispositivos tecnológicos con acceso a Internet, el teléfono móvil, la tablet, los ordenadores…

El término nomofobia es el miedo a estar sin conexión a Internet. Puede manifestarse como un miedo excesivo a no tener una señal de datos en el teléfono, a no poder usar Wi-Fi o a no tener suficiente batería. La nomofobia puede ser debilitante y causar ansiedad, estrés y pánico. Esta adicción se caracteriza por tener la fuerte necesidad de estar en continuo contacto de un dispositivo tecnológico, teniendo cada vez menor capacidad de controlar el tiempo que se invierte en el. Conocida también como dependencia, si no pueden utilizarlos, sufren malestar psicoemocional e, incluso, pueden llegar a experimentar el síndrome de abstinencia.
Al igual que las adicciones tradicionales, es difícil que una persona con dependencia a las nuevas tecnologías se considere como tal por las características propias de la enfermedad.

Si sientes que estás contínuamente pendiente del teléfono, que no puedes prescindir de internet y que necesitas estár permanentemente conectado, puede ser que estés desarrollando una adicción a las nuevas tecnologías.

Para saber si haces un uso problemático en alguno de esos áreas y poder ayudarte necesitamos que rellenes el siguiente cuestionario y respondas a estas 20 preguntas. Cuando acabes, pulsa el botón de enviar y dejanos un teléfono de contacto y una dirección de correo electrónico para que podamos comunicarte tus resultados en cada una de las áreas: Internet, móvil, videojuegos, mensajería instantánea y redes sociales.

Este es un test que no realiza un diagnóstico, pero sí identifica posibles usos abusivos de cada uno con los dispositivos o aplicaciones.


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