Con el simple título puede parecer una pregunta muy sencilla pero lo cierto es que cuando hay términos que se repiten y normalizan muchas veces nos olvidamos del significado y comportamientos que hay detrás. El uso diario del término, a veces incluso utilizado de forma sarcástica, irónica o incluso burlesca puede hacer que no se valore realmente la implicación del mismo y la fuerza que tiene.
Si acudimos a la RAE seremos capaces de descubrir el significado exacto del término: “1. f. Dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. 2. f. Afición extrema a alguien o algo”. pero hay mucho más que la parte meramente técnica. La definición del término se amplía más y encontramos que “Se considera adicción a una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una sustancia u otras acciones”.
Y es que una adicción per sé podemos comprender a qué hace referencia pero no sabemos muy bien cómo definirla cuando se está viviendo o cuando no responde a los parámetros claros a los que estamos acostumbrados.
Por poner un ejemplo, pensemos en el alcohol, ¿en qué momento pasamos de consumo normal a adicción? Mucha gente pensará que se trata de un problema cuando es evidente y cuando causa estragos brutales tanto en el físico como en el entorno personal o laboral del afectado. Pero no siempre es así. Hay formas de adicción mucho más silenciosas y letales.
¿Adicción solo por lo ilegal? ¿Existe la adicción cotidiana?
“Necesito un té relajante cada noche porque si no no duermo” o “Sin café al despertarme no soy persona, el día que no me lo tomo estoy enfadado todo el día”, estas frase parecen normales e inofensivas, ¿verdad?. Pues pueden estar ocultando una adicción. Hay adicciones que no producen alarma porque no salen de lo cotidiano, sino que lo dinamitan desde dentro.
Según la American Psychiatric Association (Asociación de psiquiatras estadounidenses), las adicciones son patrones mal adaptados de abuso de una sustancia o comportamiento que produce trastornos. Es decir, lo que lo hace peligroso es el consumo o acción continuada de la sustancia o comportamiento “a pesar de conocer la existencia de un problema persistente o recurrente, ya sea de índole física o psicológica, que con toda probabilidad ha sido motivado o exacerbado por la sustancia”. Cuando hablamos de drogas habituales por ejemplo encontramos como consumir cocaína sabiendo los problemas que produce hace de esta una adicción.
En los ejemplos más cotidianos que tratábamos cuesta más ser conscientes de la dependencia y del peligro físico con el que contamos y por ello es peligroso ya que no somos capaces de poner freno de una manera tan consciente.
Referencias
Adicción. RAE. 2021
Adicciones. Phil Rich. 2005.
¿Qué es una adicción? ¿Qué produce adicción? ¿Sólo las drogas prohibidas?. Página 12. Argentina. 2021.