La adicción al móvil es una realidad y un problema que afecta cada vez a más personas. Una adicción psicológica que se produce cuando la persona siente una necesidad imperiosa de estar conectada a su móvil, de usarlo constantemente y de estar pendiente de él.
El uso del móvil está muy extendido en España y en el mundo. Según datos del INE, el 96,9% de los españoles de 16 a 74 años disponen de móvil, lo que equivale a unos 44,6 millones de personas. Y el tiempo que se dedica a usarlo también es cada vez mayor. De hecho, el estudio “Mobile Consumer Index 2019”, realizado por la Asociación de Internautas de España (AIE), revela que el 53% de los españoles usa el móvil entre 3 y 6 horas diarias, mientras que el 19% lo hace durante más de 6 horas. Y no, no es un tema que afecte particularmente solo a personas jóvenes, ¡todos los rangos de edad pueden sufrir esta dependencia al smartphone!
¿Cómo se puede detectar si estamos generando una adicción al móvil?
Hay varios síntomas que pueden indicar que se está sufriendo esta adicción. Por ejemplo, si se siente angustia o nerviosismo cuando no se tiene el móvil a mano, si se usa el móvil en situaciones en las que no debería hacerse (por ejemplo, en la mesa del restaurante, en el cine, en el trabajo, en la calle…), si se está pendiente constantemente de las redes sociales o del WhatsApp, si se usa el móvil en lugar de interactuar con las personas que están a tu alrededor, si se vive con impaciencia o detectar síntomas de FOMO, si se duerme con él, si se intenta evitar la socialización cara a cara con otras personas
Además, puede verse también en cuanto a procedimientos que se muestran a lo largo del tiempo… Si el rendimiento académico o laboral ha empeorado desde que comenzaste a usar tu teléfono móvil con más frecuencia o si se ha dejado de hacer otras actividades que antes disfrutaban, como leer, ver televisión o salir con amigos….
Si te sientes identificado con alguno de estos síntomas, es probable que estés enganchado al teléfono móvil.
¿Cómo evitar la adicción al móvil?
Hay varias formas de evitar caer en esta adicción. Por ejemplo, se puede dejar de llevar el móvil a todas partes, estableciendo unos límites claros en su uso, no usarlo en situaciones en las que no debería hacerse, no usarlo justo antes de ir a dormir… También es importante tener otras actividades que nos gusten y que nos ayuden a relajarnos y a desconectar, como pueden ser el deporte, la lectura, los juegos, etc. Si se piensa que se puede estar sufriendo una adicción al móvil, lo mejor es acudir a un profesional para que nos ayude a tratar el problema.