Esta es una de las preguntas que más se repiten los padres de todo el mundo… En un momento social dominado por el poder de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones, donde la mayor parte de nuestra vida vertebra en torno a ellas, tanto para comunicarnos como para entretenernos, encontramos un dilema que solventar: ¿Cómo de apropiado es su uso continuado para los más pequeños? ¿En qué momento debemos decir basta y cómo hacerlo?
En Grupo Mentalis queremos darte algunas claves para reflexionar y comprender cómo pueden afectar estas tecnologías en los más jóvenes para que, con ellas, puedas actuar en consecuencia adaptando y explicando estos conceptos a los niños y jóvenes a tu alrededor
- Adecuación a la edad y a las necesidades. Según un estudio de La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría, los bebés de 0 a 2 años no deben tener contacto alguno con la tecnología. De 3 años a 5 años deberían solo usarlo 1 hora al día y de 6 a 18 años solo 2 horas al día. Esto demuestra que las tecnologías lo que deben es adecuarse a las necesidades y desarrollo cognitivo de los niños y jóvenes, y no al revés. Además, debemos ser conscientes y consecuentes con las necesidades que cada niño tiene y requiere de las nuevas tecnologías a lo largo de su crecimiento, tanto a nivel formativo como de ocio y en función de eso regular su uso o disfrute.
- Las tecnologías no son buenas, ni malas: Son lo que tú quieras que sean. Demonizar las nuevas tecnologías per sé no es un buen consejo. Se trata de comprender (y hacer comprender a los niños) que son herramientas que están bajo nuestro control para ayudarnos y que, lejos de convertirse en algo obligatorio o indispensable, son algo que nos ayuda en determinados temas y momentos. Si conseguimos que desde pequeños entiendan este concepto verán las nuevas tecnologías como un elemento común e integrado en nuestra vida de forma natural.
- Responsabilidad digital. Lo fundamental a la hora de aplicar restricciones y límites a las nuevas tecnologías para los niños es que estos comprendan que también existe una responsabilidad “digital”. Esta responsabilidad va en dos frentes: La parte interna que hace referencia a lo que hacemos con las nuevas tecnologías, y la parte externa que trata el cómo nos enfrentamos a ella. El niño debe ser consciente de que pasar mucho tiempo con la videoconsola o viendo la tele no es adecuado para su salud. Debe conocer los riesgos y afecciones para comprender el porqué de las limitaciones horarias de uso
- La prohibición es “atractiva”. Sabemos que muchas veces el cerebro ve como más atractivo y consume con más ansia lo que considera como “prohibido”. Si negamos el uso de las nuevas tecnologías a los más pequeños sin motivos o explicaciones éstos amplificarán su deseo de usarlas y, cuando accedan a ellas, lo harán de forma más intensa lo que puede provocar mayor adicción a las mismas. Es por ello que para educar a los más pequeños en vez de recomendar la prohibición tajante recomendamos la negociación desde la comprensión.
Si tienes problemas con el uso de las tecnologías o crees que algún familiar o amigo lo tiene, en Grupo Mentalis estamos para ayudarte en todo lo que necesites.